Conversando con el jardinero. Reflexiones de un lego
Por Benjamín Parra Arias
En la casa donde vivo en este tiempo he encontrado una buena cantidad de libros de arte. Me entero de que la madre de mi yerno daba clases de pintura en forma particular y esos libros eran su apoyo pedagógico. Hay textos sobre la historia del arte en el siglo XIX, se encuentra “De lo espiritual del arte” de Vasili Kandinsky, un extenso estudio sobre Leonardo da Vinci y algunas monografías sobre los impresionistas, entre otros. Todos tienen hermosas reproducciones a todo color en papel couché.
Desde hace unas semanas he estado atrapado con un estudio sobre el trabajo de Pierre-Auguste Renoir y las diversas etapas de su creación. Me ha atraído en particular el cuadro “Conversando con el jardinero”, un óleo sobre lienzo pintado dice el texto, hacia 1875.
Soy un lego absoluto en materia de apreciación artística. Respondo a la música, a la pintura, a la fotografía o la escultura desde el impreciso mundo de mis emociones; de ahí traslado a la palabra lo que me pasa. Esto es lo quisiera compartirles hoy. Ni más ni menos, las reflexiones de un lego sobre una particular obra de arte.
Me atrae mucho, sin entenderlo aún, el impresionismo. Mi primer libro se llamó “Impresiones” e ilustré la portada con el cuadro “Cuatro Álamos” de Claude Monet. Me conmueve ese desprendimiento monumental del rigor del dibujo que se convierte en una llamarada de puntos, miles de trazos y un jolgorio de colores que se superponen, se tropiezan y crean la profunda impresión de la luz dispersa y loca sobre el lienzo.
Y me he estacionado, no puedo explicar por qué, en este cuadro. Por horas lo he mirado; y me cuento una historia sobre él mientras me deslizo por la paleta de Renoir.
Me conmueve la dedicación, la casi tierna prolijidad con la que el jardinero parece explicarle algo sobre aquella flor a la señora. ¿Qué? Tal vez que todavía no debería cortarla, que está sorprendido del tamaño de ese ejemplar o le describe cómo las cuida.
La señora parece oírle, pero uno sorprende cierta distancia en su postura, en su mirada, que solo se puede adivinar. Algo como una indefinible melancolía. Parece atenta, pero la siento a años luz de ahí.
Atrás, esa zona sombría bajo los árboles, ese espacio que se esconde de la luz, parece amparar un misterio, un relato que hay que oír en susurros. Y en primer plano, la luz que estalla en las flores, en contraste lleno de poesía, proponiendo un espacio que envuelve a los protagonistas y en el que uno quisiera estar. Finalmente ese cielo, esos cerros lejanos, como ajenos al instante que el pincel ha detenido para siempre, dejándonos un sabor de drama y de dulzura incontenible.
Como se puede ver, efectivamente, éstas son reflexiones de un lego.
Me gusta una pintura que me hace pasear por ella.
– Pierre-Auguste Renoir
Benjamín Parra Arias es publicista y escritor. Trabajó veinticinco años en medios de comunicación radial. Ha dictado conferencias sobre comunicación humana y social en muchos países. Ha publicado seis libros; el más reciente es Repertorio Impreciso, una recopilación de artículos sobre el mundo y la vida cotidiana y actualmente escribe en su blog personal Hoja de Parra. Publica contenidos y transmisiones en vivo en Instagram y mantiene por varios años un canal de YouTube.
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