La cultura: Su valor concreto

01 febrero, 2016 | Punto de Vista

Texto

La cultura: Su valor concreto

Por Ysi Ortega

(….)
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
(….)
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
(….)
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

(….)
¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

 (El Niño Yuntero-Miguel Hernández)

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“La cultura, no la técnica, es lo que nos diferencia de los animales. Si fuese por técnica los animales nos superarían con diferencia. No la inventan, nace con ellos; no consiste en herramientas externas, la llevan incorporada: garras, corazas, colmillos, pieles térmicas, automoción, vuelo, camuflaje, orientación. El ser humano nace indefenso, incapacitado para valerse por sí mismo. Nace como un aborto, sin completar. Al nacer, el cerebro no está totalmente cerrado, está abierto, como un signo de apertura a impresiones y conocimientos siempre nuevos; como una vida que tiene que formarse así misma y completarse en la transcendencia. 

Gilgamesh

No hay pueblos incultos en el planeta, por más “primitivos” que sean. Hasta los más aguerridos y violentos, han reconocido el valor de la cultura. Los asirios, que han pasado a la historia como un pueblo rematadamente cruel, dieron muestras de un arte muy logrado. En el palacio de Asurbanipal en Nínive, se encontró en el siglo XIX, año 1847, los restos de una de las bibliotecas más grandes de la época. En total 22.000 tablillas, la colección más completa que se conoce de escritura cuneiforme. En ellas pueden encontrase los temas más diversos: gramática, diccionarios, listas oficiales de ciudades, tratados de matemáticas y astronomía, libros de magia, religión, ciencias, arte, historia y literatura. Una de las obras más famosas de esta biblioteca es el Poema de Gilgamesh, considerada como la obra narrativa más antigua de la humanidad.

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La cultura guarda relación con el ocio, el tiempo libre. Por eso comienza propiamente con la revolución agraria. Anteriormente el hombre estaba demasiado ocupado con la supervivencia como para desarrollar algo más que un rudimento de cultura. La revolución agraria produce por primera vez en la historia excedentes de alimentos, no demasiados, pero suficientes como permitirse el lujo de dedicar unos cuantos hombres al saber, liberados de realizar las faenas del campo y el trabajo manual para dedicarse a actividades intelectuales. Al principio serán sacerdotes, personajes que no sólo tenían que ver con la religión, con el rito y las ceremonias, sino con la administración y el calendario que regulaban el monto de las cosechas e indicaban las mejores fechas para plantar. Con ellos se originó la astronomía.” (Alfonso Ropero Berzosa, La cultura como rasgo distintivo del hombre).

Si nos remitimos a la historia, nos damos cuenta que el desarrollo cultural se ha venido construyendo desde los comienzos del hombre; que la gran cultura de la humanidad se distingue sólo según los tiempos, lugares, razas, creencias, descubrimientos, aprendizajes y cómo todo esto se ha aplicado por cada pueblo para llevarlo adelante y obtener progresos.

El término cultura, que proviene del latín cultus, hace referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. Su definición se ha ido modificando a lo largo de la historia, pero desde la época del Iluminismo, la cultura ha estado asociada a la civilización y al progreso.

Se afirma que toda práctica humana que supere la naturaleza biológica es una práctica cultural. Si esto es así, es muy difícil aceptar el privilegio otorgado solo a unos cuantos con más oportunidades para desarrollarse, abriendo de esa forma una de las grietas de desigualdad más profundas en la historia. Nos preguntamos alguna vez: ¿Por qué esa supremacía de unos sobre otros? ¿Por qué unos pueblos con más facilidades para el desarrollo de la inteligencia? ¿De dónde surge la idea que haya pueblos nacidos para dar órdenes y otros para asentir mirando al suelo? La gran separación entre los unos y los otros, entre los que únicamente tenían que “pensar” y los que tenían que “sustentarlos”, es sin duda un precio muy alto que todos de alguna u otra forma seguimos costeando, aunque ya no sea únicamente en el ámbito del saber.

La historia es clara cuando nos hace ver que la desigualdad cultural entre los pueblos no pasa por lo intelectual, sino por una gran “desigualdad social” tema que, por cierto, nos involucra a todos sin excepción. Hablamos hasta la saciedad del tema “desarrollo” o sobre el muy de moda concepto de «la globalización» y cabe preguntarse también: ¿En qué área de nuestras vidas ese desarrollo nos ha dado una mejor calidad de vida? ¿O es quizás cierto que mientras haya comodidades hemos progresado, como si no nos diéramos cuenta de que el hombre, en cuanto criatura creadora, evidencia un alma espiritual que lo eleva sobre los condicionantes materiales?

Se suele hablar de un individuo culto como quien tiene un gran conocimiento/información y habilidades, pero toda sociedad tiene cultura y toda cultura es puesta en práctica por las personas que se interrelacionan con sus cosas, sus conductas, sus emociones, sus conocimientos, sus diferencias y con la organización de todo eso. En ese sentido, La cultura implica una concepción de gran respeto para cada ser humano.

Acerca de este tema José Carlos Mariátegui escribía: Cuando sobre los hombros de una clase productora, pesa la más dura opresión económica, se agrega aún el desprecio y el odio de que es víctima como raza, no falta más que una comprensión sencilla y clara de la situación, para que esta masa se levante como un solo hombre y arroje todas las formas de explotación. Nada importa, en la historia, el valor abstracto de una idea. Lo que importa es su valor concreto

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La Cultura es edificada por todos y para todos….

…Una guía para no ser guiado…

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