¡NO!

20 octubre, 2017 | Punto de Vista

Texto

¡NO!

Por Ysi Ortega

Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección.
– Fracis Picabia

NO

NO es NO

Y hay una sola manera de decirlo : NO

Sin admiración, interrogante ni puntos suspensivos, NO

NO, se dice de una sola manera

Es corto, rápido, monocorde, sobrio y

escueto, NO

Se dice de una sola vez, NO

Con la misma entonación, NO

Como un disco rayado, NO, NO y NO

Un NO que necesita de una larga caminata, una reflexión en el jardín, no es un verdadero NO

Un NO que necesita justificaciones y explicaciones no es un verdadero NO

EL NO debe tener la brevedad de un segundo

Es un NO para el otro porque ya lo fue para uno mismo

El NO, no deja puertas abiertas ni estampas con esperanzas

Ni puede dejar de ser NO aunque el otro y el mundo se pongan de cabeza en este momento

NO, es un acto de dignidad

Es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes

NO, no se dice por carta, ni se dice en silencio, ni se dice en voz baja ,ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirándose a otro lado, ni con símbolos devueltos, ni con pena, y mucho menos se dice con satisfacción

NO es NO

Cuando el NO es NO se pueden mirar a los ojos y el NO se descuelga naturalmente de los labios

La voz del NO no es trémula, ni vacilante, ni agresiva y no deja ninguna duda

Ese NO, no es la negación del pasado, es la corrección del futuro

Y sólo, sólo quien sabe decir que NO, puede decir que SI.

(Marcela S.)

Frente al dolor, como algunos afirman, hay tres posibilidades:

1. Esperar que mágicamente cambie. Que alguien (otro) se ocupe de protegernos de lo que nos está dañando.

2. Resignarse, pensando en que no hay nada por hacer.

3. Decir, BASTA . Que es decir NO. Tener una tarea activa frente al dolor, ya sea para acordar una mejora o para irse, son dos maneras muy diferentes de decir que NO, pero finalmente dos maneras de decir, BASTA.

¿Y el miedo? ¿Qué se hace con el miedo que hasta aquí nos impidió decir NO?

El miedo no se va a ir después de un BASTA. Lo importante es entender que el miedo que no paraliza es un miedo saludable. Además, tenemos que saber que la decisión de decir NO va a costar algo y habrá un precio que pagar. Otro punto importante es saber que el BASTA no es una orden. Decir BASTA es simplemente poner un límite. El límite expresa: Esto conmigo, NO. En lugar de “Tú no puedes insultarme”, decir “Yo no permito que me insultes”.

La realidad, más que nunca, está demandando algunos “BASTA” que declarar. Estamos viviendo en días en donde las personas están descorazonadas a causa del temor y de las injusticias que, en base a mentiras, van llenando nuestras vidas de dolores que parecen no poder soportarse más. Son tiempos en los que la “post-verdad” pasó de ocupar un lugar periférico en el uso cotidiano a ser eje de los comentarios políticos y sociales, entre otros. La sustancia fundamental de la ‘Post-Verdad’, corrompida y corruptora, es que, justamente, la verdad ya no importa. Pero, como es sabido, para cambiar esto, el primer paso comienza en casa, con uno mismo. Es preciso poner en acción un NO rotundo, para que todo lo nefasto que hemos permitido que suceda hasta hoy (en cualquier área de nuestras vidas), deje de obstaculizar nuestro camino y podamos avanzar, podamos crecer como seres humanos que hemos sido llamados a vivir en paz y en libertad, aunque en ello nos vaya el esfuerzo de volver a aprender, porque alguna vez nos «enseñaron mal».

Es vital en estos días un definitivo ¡BASTA al miedo! ¡BASTA a la comodidad! ¡BASTA de seguir aguantando hasta ver qué pasa!

¿Acaso no es el hombre quien se jacta de tener la capacidad de decidir o de tener el poder de hacer y deshacer? 

Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras.
– Tito Livio

…Entonces: ¡NO! o ¡BASTA!, pero que sea uno de los dos.

…Una guía para no ser guiado…

Entradas relacionadas

Las palabras importan

La violencia física deja huellas palpables, la violencia verbal deja huellas invisibles; en ambos casos, los efectos son devastadores.
– Pedro Álamo.

Pin It on Pinterest